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La representación de la entidad familiar ha sufrido una fascinante transformación desde el daguerrotipo, pasando por las fototipias, la expansión fotográfica gracias a Kodak, los álbumes en línea, hasta la llegada de la tecnología de Inteligencia Artificial. Hemos pasado de la imagen insignia de la memoria a una representación comunicacional del instante. Esta gran expansión de la imagen ha supuesto la necesaria aparición de herramientas de gestión automática de los millones de fotografías que se suben a la red a diario. Gracias a la inteligencia artificial múltiples tareas como la clasificación, la gestión, la etiquetación e incluso la generación de imágenes ya no precisan la intervención humana. Estas herramientas son capaces de realizar esta labor de manera no supervisada. En este trabajo analizamos el funcionamiento de los algoritmos de inteligencia artificial de generación de imagen, las llamadas GANs (acrónimo de Generative Adversarial Network). Gracias a un entrenamiento competitivo al más puro estilo liberal, consiguen aprender a generar imágenes que nunca han visto. En sus resultados se generan diversos patrones que se hacen visibles cuando se analiza una amplia cantidad de documentos de su archivo. Como resultado del estudio se expone el trabajo artístico "Tropos", finalista en los premios Madroño 2021 de la Comunidad de Madrid. Este trabajo parte del análisis del archivo fotográfico familiar de la Comunidad de Madrid para el entrenamiento de una GAN. Gracias a ello podemos hacer un análisis automatizado de las memorias familiares acumuladas en el archivo. Se puede ver a través del algoritmo, con las formas que es capaz de representar tras el entrenamiento, cuales son las estructuras que más se ligan con la construcción de la identidad social y personal en las fotografías de nuestros álbumes. Se otorga una nueva vida a las imágenes huérfanas de un archivo. Fotografías que han perdido sus relatos individuales para transformarse en el signo de una época y un lugar determinados. Como resultado de este proceso obtenemos unas estructuras sin referente, carentes de relación directa con la realidad exterior, un álbum de familia que se queda con la mancha, la forma y los modos de representación de una época. Pretendemos retomar el control sobre los algoritmos que las grandes multinacionales entrenan con nuestras memorias. Ahora que la inteligencia artificial despoja a las imágenes del vínculo personal con el que nacieron y las convierte en un engranaje más del mecanismo interno de la máquina, hackeamos ese orden para construir un posible álbum comunitario.