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La Educación, el Arte y las cosas: Imágenes y objetos para potenciar el conocimiento I Víctor Murillo Ligorred, Alfonso                     Revilla Carrasco, Nora Ramos Vallecillo

La cultura que nos rodea y en la que nos desarrollamos está llena de objetos, materiales e imágenes que conforman nuestra visión del mundo. El acceso al conocimiento, a diferencia de épocas anteriores, se hace, en la actualidad, a través de las imágenes. Sobre esto reflexionan las distintas teorías sobre el giro icónico de la ciencia de la imagen alemana y el giro pictorial de los estudios visuales anglosajones. Para la educación artística contemporánea lo interesante surge cuando esas imágenes o los objetos se convierten en canalizadores de conocimiento; cuando las imágenes se empoderan y modifican las conductas del observador, en nuestro caso, el alumnado. No se trata de atribuir propiedades mágicas a las imágenes sino, por el contrario, la imagen o el objeto adquieren la condición de presentarse como un agente material secundario. Son esos objetos los que se realizan como agentes y los observadores los que pasan a ocupar el lugar de pacientes. La teoría del agente y el paciente fluctúa y se ve alterada en tanto que el objeto o la obra de arte es percibido como parte de una serie de consecuencias causales, eventos causados por la voluntad, la intención y la mente. En este sentido, la experiencia estética de nuestro alumnado, centrada en un mundo visual de gran potencia estética, videojuegos, redes sociales, memes, gifs, se presenta no como seres intencionales, pero sí a menudo como medios a través de los que se manifiestan y realizan intenciones. La reflexión a través de los imaginarios colectivos que se expresan desde sus propios medios icónicos, alejados de las tramas textuales y con una independencia y existencia propias en su visualidad. Abordar estas cuestiones desde la educación artística es fundamental en el estudio actual de la cultura, así como para el desarrollo de aprendizajes significativos que busquen un carácter emancipador en quienes estudian esta materia. El presente estudio sitúa a las imágenes en la participación activa de su interpretación, en el momento en el que los objetos e imágenes de nuestra experiencia estética sirven para la búsqueda de un espíritu crítico y toma de conciencia a partir del imaginario que nos rodea. La producción de artefactos y el estudio de obras de arte que desarrollen formas de crítica propias para un aprendizaje realizado a través de la presencia del objeto y de nuestra interacción con el mismo. La clave del estudio se centra en el trabajo de Alfred Gell y su agencia material secundaria, que en educación implementamos en proyectos interdisciplinares con ciencias y con música y expresión corporal. Una metodología de trabajo amparada en la crítica, la estética, la práctica de taller y la historia de las artes que ofrece al alumnado una visión amplia del estudio de las imágenes y de la preponderancia de la cultura visual que nos rodea y que debe ser entendida como un saber propio.

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