Cuando desaparece esa vida útil y productiva, marcada desde la revolución industrial, en un segmento poblacional “de personas de edad”, que paradójicamente en la demografía a la que asistimos, es cada vez más longeva y activa, se produce un cuestionamiento de la auto-capacidad y la necesidad biológica de “dar a luz” nuevos proyectos, una suerte de generosidad y deseo que nos sobrevive a nosotros mismos y que es donde se alza y se rescata al acto creativo. Un hecho y práctica artística que va más allá de pretensiones representacionales canónicas, una ingente necesidad de creatividad, que supera cualquier anhelo y fuente de bienestar holística. La generatividad y la gerotrascendencia, se unen en un entroncado de motivación y en la fuente de toda circunstancia creativa, su carácter regenerador. Observamos en los procesos de campo, cómo la Novedad, inunda de felicidad, prevención y motivación del ingenio, ad-hoc de los mecanismos de supervivencia, en las personas Mayores. Las prácticas artísticas en los Senior, no radican en la sanación, sino que se manifiestan como los raudales de la prevención de la enfermedad y la huida de una actitud paralizante y depresiva. La práctica de la creatividad en cualquiera de sus espectros en la edad avanzada, supera la soledad no escogida, asiste a la contemplación sin límite y se rinde a una introspección huidiza, eremita, de reencuentro íntimo y resistente. El hallazgo, la creatio ex – nihilo, la idea de relevancia, entendida como proceso necesario vivificador, va a dar lugar a un nuevo nicho psicosocial y asistencial en el envejecimiento digno y positivo, un parangón más en las AVD y avance en el Aprendizaje a lo Largo de toda la Vida, surgiendo así un nuevo arte, el arte plateado. Arte del segmento Senior, que busca, vive en calma, es atemporal y que a su vez crea patrimonio inmaterial y material en una nueva sociedad de cultura intersectorial e intergeneracional cooperante, se observa como una revolución. Se hace necesario un itinerario de formación y capacitación para el acompañamiento respetuoso de edades más avanzadas, haciendo honor al compromiso del APV (Aprendizaje a lo largo de toda la Vida), creando así conciencia y visibilidad en el campo asistencial de la persona Mayor. Las artes necesitan incorporarse con rigor y aquiescencia en el ámbito psicosocial, dentro de los planes para el envejecimiento amigable y sostenible, asumiendo la creatividad como un componente de la felicidad y carácter de supervivencia. Para ello, hablaremos de los procesos artísticos realizados en los Centros de Participación Activa, así como los íntimos estados creativos durante la inmersión en la pandemia del COVID-19 sus posibilidades, sus inconvenientes y análisis de la capacidad para asumir esta pirámide poblacional actual y envejecida, desde las generaciones más jóvenes, en la búsqueda de la cohesión de la brecha generacional.