El arteterapeuta como sujeto creativo I Raquel Navarrete Torres
El Arte ha sido una de las columnas vertebrales en cuanto a la historia de la humanidad se refiere, al menos, en dos formas; dar cierto sentido a la propia existencia y dejar huella de lo vivido, transcenderse. En la Arteterapia exploramos el acto mismo de ponerse a crear como vía para el desarrollo de recursos interpersonales. Esta investigación y trabajo concretamente, trata de rastrear los lugares comunes de la creación puramente artística con la creación en Arteterapia y de esta manera, poder ampliar constructo teórico y metodológico para que la Arteterapia se convierta en un proceso realmente nutritivo para los usuarios. Así es como surge nuestra pregunta de investigación ¿qué elementos o factores que le son comunes a la creación artística son transversales para facilitar en la Arteterapia un proceso de creación que suponga un factor realmente transformador para la persona? Tras una primera consulta sobre las bases teóricas que se imparten en la educación arteterapéutica, se advierte la falta de recursos y trabajos que estudien a los artistas y creadores como fuente principal de información acerca de los procesos artísticos. Partimos de la creencia de que lo vivido tras el acto de creación nunca volverá a ser ajeno a nosotros. Si el motor que nos conecta con la vida, el aprendizaje y la experiencia es la poiesis, no sería atrevido afirmar que se trata de algo necesario y saludable para el desarrollo del individuo. Esta perspectiva ofrece la posibilidad de plantear un área de riqueza crítica y reflexión, pues partimos de la base y la firme creencia de que hay una parte del proceso arteterapéutico que solo es transferible desde lo vivencial y si el arteterapeuta no ha pasado por un proceso artístico propio que de alguna manera le haya transcendido o es un sujeto creador en activo, habrá una parte en lo transferencial que no podrá llegar a transmitir, ni como docente del ámbito ni como arteterapeuta. Desde el punto de vista del aprendizaje académico de la Arteterapia, no se hace suficiente hincapié en la creación de una acción artística en primera persona. En esta propuesta se presenta una reflexión en primera persona mediante el formato de la performance fotográfica para exponer una interpretación de lo que supone ser arteterapeuta y sujeto creador o artista. Para ello se contará con el material justo del que se dispone; la casa, un teléfono móvil, papel de seda, hilo y aguja, metáfora visual de que uno crea desde sus propios recursos (como el paciente en arteterapia) sin grandes materiales o pretensiones, pues no hace falta salir de uno mismo para crear. No existe mejor ejemplo que lo que los propios artistas pueden compartir sobre lo que supone el vivir creativo y de esta manera, seguir aportando y devolviendo a la sociedad un recurso para su propia salud y su cultura, pues el Arte y la creación es algo innato al ser humano que hay que seguir rescatando.