Anatomía de una acción. Imágenes urbanas a la deriva I Martha Patricia Espíritu Zavalza
Uno de los rasgos de la investigación artística recae en la importancia del sujeto y su capacidad para actuar como artista e investigador a la vez. Esta posición busca realizar una manifestación híbrida que concilia los presupuestos de la investigación y el arte de manera que genera su propia complejidad durante su desarrollo. En este sentido, el proceso mismo es un punto focal (Borgdorf, 2012; Mersch, 2015). La inquietud que motiva este proyecto de arte-investigación (Contreras, 2013; Haseman, 2006) busca llegar a conocer y a la vez producir, una comprensión del acto creativo y la transformación que éste implica cuando se produce una conversación con imagen y relato a partir de experimentar un modo de convivencia en el espacio, pero también con el espacio, considerando a este como un ser subjetivo. Esta propuesta parte de la idea poética de que un lugar es un ser (Calasso, 2008), la cual corresponde con una posición metafórica que permea la convivencia. La conversación que se plantea como la base de esta acción, se articula con estrategias propias de la fotografía-mensaje de Jean LeGac, construyendo un flujo donde relato e imagen se integran en un solo concepto-objeto creativo. Para realizar esta acción, se propone un procedimiento vivencial que parte de la educación somática, contexto al cual hago referencia cuando hablo de acción, movimiento, atención, integración y subjetivo. Desde esta perspectiva, la atención es lo que permite que las acciones logren concretar la intención y el potencial efecto que el sujeto desea ejercer en su contexto, además de propicia el cambio y la transformación en quienes participan en su realización (Feldenkrais, 1985). La atención que va registrando la propia vivencia es la guía para construir una experiencia creativa a partir de la interacción de un sujeto con el espacio.