Este proyecto parte del compromiso que adquiero a través de mi labor docente de aportar una alternativa, dentro del contexto académico universitario, que ayude, en la medida de lo posible, a mitigar los efectos que el confinamiento y la desconcertante situación -consecuencia de la pandemia- están produciendo y afectando a los estudiantes de primer curso de grado en Bellas Artes a los que va dirigido el proyecto. Y con ello continuar, a través de este trabajo autónomo, el programa de la asignatura de dibujo (ahora en modo no presencial) que les permita y anime a seguir practicando las distintas técnicas aprendidas a lo largo del curso; así como a explorar los diferentes modos de acercamiento a la representación, que pueden abarcar desde la figuración y el realismo, a la abstracción y la libre interpretación personal de lo soñado y todo el abanico de hibridaciones y posibilidades, entre una y otra, planteadas por cada estudiante. Un proyecto colaborativo y horizontal entre discentes y docente. La primera parte de la propuesta consiste en registrar, a través del dibujo, los sueños que tenemos cada noche a modo de diario, aportando una alternativa a la su(im)puesta “realidad”, que nos abra otros caminos, otras salidas dentro del aislamiento, aprovechando de este modo la ilimitada capacidad creativa que nos ofrece el subconsciente y explorando al máximo, y con total libertad, sus posibilidades. Se aportan referentes en torno al tema tanto desde la neurociencia, el pensamiento y la creación artística, como apoyo a la investigación y a la materialización de la propuesta. La segunda parte del proyecto surge por iniciativa de los estudiantes como respuesta y continuación de lo propuesto. De la intimidad del sueño individual a la creación de un sueño colectivo con formato de fanzine, que reúna la selección de un dibujo, consecuencia de un sueño, de cada miembro del grupo. Es, sin duda, una propuesta que, pensada desde el sentimiento colectivo, pone de relieve el nivel de implicación y compromiso de este grupo en la asignatura, tanto a nivel académico y artístico como humano; supone la mejor recompensa a nivel docente que se puede recibir y la mejor forma de cerrar el curso que hubiéramos podido imaginar hace nueve meses. Se producirán tantos ejemplares del fanzine como miembros tiene el grupo, para regalar uno a cada participante del proyecto y que funcione como testigo de lo aprendido y compartido en este curso tan atípico, pero del que hemos sacado juntos el mejor provecho.

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