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Investigación Basada en Artes y el currículum universitario: una aproximación metodológica basada en el trabajo de Colectivo en Fuga, durante la crisis del COVID 19 I Andy Retana Bustamante, Mariana Alfaro Herrera, Karla Vargas Herencia, Emma Segura Calderón, Valeria Salas Montero

El curso “Producción Artística Integrada,” surge a partir de la necesidad del Centro de Investigación, Docencia y Extensión Artística (CIDEA) de la Universidad Nacional, de generar cursos optativos con un enfoque interdisciplinario. En el 2019, el proyecto “Colectivo en Fuga: Encuentros Creativos en Arte Contemporáneo,” gana el fondo universitario denominado “Iniciativas Interdisciplinarias,” y junto al desarrollo creativo del proyecto, se genera el curso optativo mencionado, como una manera de decantar las metodologías interdisciplinarias empleadas y traducirlas al diseño de un curso universitario. Tanto Colectivo en Fuga, como el curso “Producción artística Integrada,” están compuestos por personas de las escuelas de Arte y Comunicación Visual, Danza Música y Arte Escénico. El diseño tanto de las exploraciones del colectivo, como del curso, se basan en nociones epistemológicas vinculadas a la investigación basada en artes, el trabajo colaborativo y el arte contemporáneo, así como de teorías que nutren los procesos de sistematización/evaluación, como el constructivismo y el paradigma de la intersubjetividad. Como tal, ambos espacios buscan crear dispositivos artísticos, de manera colaborativa, para problematizar distintas nociones sobre los cuerpos. Para detallar con más profundidad las distintas variables de la investigación/producción artística, se generan distintas dinámicas a partir de lecturas, discusiones y otros procesos horizontales, que permiten definir todas las variables del proyecto a nivel interno del colectivo y traducirlas a nivel de curso: se define de esta manera el trabajo interdisciplinario como un proceso que integra dos o más disciplinas (en este caso artístico), con la finalidad de resolver algún problema; en el caso concreto de todas las disciplinas artísticas, detectamos que el problema a resolver son los cuerpos, desde dimensiones sociales, políticas u otras que problematizamos desde conocimientos y situaciones individuales, así como disciplinares. Como colectivo, se entiende el cuerpo desde la teoría del embodiment, como un cuerpo unitario, es decir, no existe división entre cuerpo y mente, ni nos afiliamos a concepciones capitalistas de tenencia de cuerpos, sino que afirmamos que los seres humanos somos un cuerpo. Los dispositivos, por su lado, se entienden como una serie de artefactos o mecanismos que se relacionan en función de un objetivo en común; desde el arte contemporáneo, la creación de artefactos que se plantean tienen la función específica de problematizar, generar criticidad y “sospecho,” en torno a las distintas situaciones que detectamos relacionadas a los cuerpos.

 

Todo lo anteriormente descrito, se viene a complejizar, tanto a nivel de colectivo artístico como de curso universitario, con el estallido de la pandemia del COVID-19 a nivel mundial; por lo que las variables y procesos anteriormente descritos, como la interdisciplinariedad, la corporeidad y las problemáticas vinculadas al cuerpo vienen a cobrar un desafío y a la vez relevancia, desde lo digital y las tecnologías de la información y comunicación que se utilizan para articular y mediar los procesos, tanto a nivel de colectivo como del curso universitario. Esto influye tanto en decisiones artísticas de generar proyectos colaborativos de forma digital desde las limitaciones geo-espaciales vinculados al aislamiento social, así como en el diseño de instrumentos para aterrizar las propuestas artísticas.

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